El sector de las energías renovables en la Región de Murcia ha reivindicado la importancia de tramitar todos los proyectos fotovoltaicos bajo un título habilitante y en cumplimiento estricto de la normativa vigente. El objetivo es garantizar un desarrollo ordenado, transparente y sostenible del territorio, favoreciendo la convivencia entre las distintas actividades productivas.

Renovables y agricultura: dos sectores que pueden convivir

Desde el ámbito empresarial y técnico se subraya que las energías renovables y la agricultura no son sectores enfrentados, sino complementarios. La implantación responsable de instalaciones solares puede reducir los costes energéticos de las explotaciones agrícolas y ganaderas, mejorar su competitividad y reforzar su sostenibilidad a largo plazo.

El diálogo entre ambos sectores se consolida como una vía para impulsar un desarrollo rural equilibrado, capaz de combinar innovación, aprovechamiento de recursos y respeto medioambiental. La cooperación entre energía y agricultura permite avanzar hacia un modelo de crecimiento que genera empleo, valor y estabilidad en el territorio.

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Energía limpia y desarrollo industrial

Las entidades del sector recuerdan que las instalaciones fotovoltaicas y de almacenamiento energético deben considerarse infraestructuras esenciales, no usos industriales. Este enfoque contribuye a una planificación territorial más coherente y alineada con los objetivos del Plan Industrial Regional, basado en el acceso a una energía limpia, estable y competitiva.

La seguridad jurídica y la aplicación rigurosa de la normativa se consolidan como pilares fundamentales para el desarrollo de un tejido productivo moderno y sostenible. La transparencia en los procesos y la adecuada coordinación entre administraciones son claves para garantizar un crecimiento armónico y respetuoso con el entorno.

Un camino compartido hacia la sostenibilidad

El avance de las energías renovables en la Región de Murcia demuestra que la sostenibilidad y la actividad económica pueden ir de la mano. La colaboración entre el sector energético, la industria y la agricultura abre nuevas oportunidades para construir un modelo productivo equilibrado, competitivo y respetuoso con el medio ambiente.